viernes, 6 de febrero de 2015

El ritual que me ha cambiado la vida.


Fuera de toda creencia, hay algo que llevo un tiempo haciendo. Y funciona. Es una amalgama de 2 ejercicios muy interesantes. He decidido unir ambos hábitos y el resultado es sorprendente. 
Da igual que creas en un Dios o varios. Da igual que creas en la ley de atracción o no. Lo mismo da si crees en los sueños lúcidos y los viajes astrales o en la nada. Este ritual, o hábito, o ejercicio (lo mismo da como le llames) va a cambiar tu vida. Y si tras 30 días haciéndolo no lo ha hecho, puedes dejarlo correr y afirmar que "para tí" esto no funciona y/o, no quieres que lo haga. 
No es magia, ni misticismo y me atrevería a decir que muy científico tampoco. Pero a mí me ha funcionado así que os lo voy a contar. 

EN QUÉ CONSISTE

Aquí viene la cuestión del asunto. Lo primero que cabe recalcar es que hemos juntado dos ejercicios que en principio nada tienen que ver, pero juntando ambos resulta que se combinan a la perfección.
El primero es "el chequeo de realidad con un tótem", para lograr sueños lúcidos (sabes que sueñas y lo puedes llegar a controlar) y el otro es "la piedra del agradecimiento", teóricamente para mejorar la ley de atracción (que hace tus sueños realidad según la creencia que uno mismo crea su destino).
Hasta aquí suena todo muy místico. Nada más lejos. No es esa la intención, aunque si funciona para eso, enhorabuena, disfrútalo, pero no voy por aquí.

Empezaremos por elegir un tótem. Necesitamos un objeto, no demasiado grande ni muy pequeño. Debe ser algo que signifique algo para nosotros. Puede ser un dado, un reloj, una figurita o una simple piedra, da igual, pero debe de ser algo que puedas llevar siempre encima, a poder ser en un bolsillo de modo que puedas toparte con ese objeto a menudo. (En mi caso tomé una simple piedra de la playa. Era del tamaño perfecto. A priori nada especial. Pero a medida que la he ido observando, he descubierto que es una piedra única, con unas marcas y dibujos característicos)

Además de ser tu tótem para hacer "chequeos de realidad", también te va a servir como "piedra del agradecimiento". Además, si crees en rituales como dejar que el objeto se cargue de energía de luz lunar, solar, con velas, con incienso o bailando una conga africana al son de tambores, hazlo. Da lo mismo que al final esos rituales sean científicamente funcionales o no. Lo importante de un ritual es que si crees que va a aportar algo, para ti ese algo va a hacer de ese objeto algo más especial.
Una vez tenemos el objeto cargado (es opcional, no hace falta que hagas ningún ritual si no crees en ello, sería perder el tiempo) es el momento de poner en práctica el hábito que te cambiará la vida.

CREANDO UN HÁBITO QUE CAMBIARÁ TU VIDA A MEJOR

Ya tenemos nuestro tótem. Ese objeto que hemos escogido y que nos va a acompañar como mínimo 30 días y como máximo, quizás, el resto de nuestra vida. Es el inicio de una relación única y personal con un objeto que quizás nos venga de nuevo, así que si no estamos seguros de acordarnos de llevarlo siempre encima, es recomendable apuntar en una hoja de papel dónde lo dejamos al quitarnos la ropa. También es muy buena idea anotar que nos llevemos el objeto a modo de recordatorio. Los primeros días son los peores así que es normal olvidarse por completo. Esto no va a funcionar si no lo llevas encima día sí día también, así que es muy importante que te acostumbres a tomarlo cada mañana y metértelo en el bolsillo. Y si te cambias de ropa, llévatelo con la otra ropa, pero no te lo dejes olvidado bajo ninguna circunstancia. Igual que no saldrías de casa sin tu móvil, tus llaves, tu cartera o tus zapatos y ropa, tampoco debes olvidarte de tu tótem. Imagínate que lo necesitas para seguir respirando. Al final, será un hábito que te lo lleves encima e incluso lo pondrás por delante de otras prioridades como el teléfono o las llaves. Créeme, que a mí me ha pasado.
Lo primero que debes hacer es iniciar de inmediato el "ritual". Coge tu tótem y obsérvalo detenidamente. Analízalo bien. Mira cada detalle, siente su tacto. Y ahora hazte una pregunta: 
1.- ¿Quien soy? Evidentemente vas a responder con tu nombre, tus apellidos y de forma instintiva vas a visualizarte a ti mism@. Ahora pregúntate:
2.- ¿Dónde estoy? Toma aire profundamente y observa con detenimiento a tu alrededor. No vale un simple vistazo. Debes observar tu entorno poniendo toda tu atención. Las sensaciones físicas, el frío o el calor, el cansancio, la ropa tocando tu cuerpo, el aire entrando en tus pulmones, las texturas de lo que te rodea... Se 100% consciente de dónde te encuentras.
3.- ¿Porqué estoy aquí? Como has llegado dónde estas y a dónde te diriges, que es lo que vas a hacer o qué estas haciendo y porque lo haces, queda implícito en esa pregunta. 
4.- ¿Estoy en un sueño o en el plano físico ("real")? Lo que viene a ser lo mismo de: "¿Estoy soñando?" Toma todas tus anteriores respuestas y analiza tu respuesta. Aunque sea lo más obvio del mundo responder que no es un sueño. Cuestiónate en todo momento si realmente es un sueño o no, aunque estés segur@ que estas en la "realidad". Piensa que en un sueño tampoco te planteas si es un sueño o no, aunque los edificios floten y los perros te reciten a Shakespire mientras un familiar fallecido hace años habla contigo y el hijo que nunca has tenido mientras seres extraños salen de los espejos que hay en el rincón de una casa que crees que es tuya pero que nunca has visitado. 
5.- ¿Por qué debo dar las gracias? Quizás la pregunta más importante. Todas las preguntas anteriores servían para hacer un "chequeo de realidad", saber si estabas soñando o no, pero mejor aun, has prestado atención al "ahora" con tus 5 sentidos y eres plenamente consciente del momento. Es la situación idónea para responder esta quinta pregunta de forma lúcida y estando totalmente centrado en nuestra respuesta. No vamos a contestarla sin pensar. Tras el chequeo de realidad estamos totalmente concentrados y vamos a prestar atención a nuestras respuestas.

Hay que decir un mínimo de 3 cosas por las que estar agradecid@. Desde el hecho de poder estar vivos, poder caminar, tener un techo... hasta algo tan simple como un cielo bonito, un arbol, una flor que hayamos visto, un pájaro, el cantar de éste, etc.
Recordar cada cosa por la que estamos agradecid@s y sentir esa felicidad y bienestar de nuevo. 
Éste ejercicio es el de la "piedra del agradecimiento", que consiste en potenciar la ley de atracción, sintiendonos bien en todo momento. Pero aunque no creas en esta ley, sigue con el ejercicio. Recuerda. no lo haces por la ley de atracción, si funciona o no, no importa. Lo que importa es que acabas de darte cuenta que tienes motivos para estar alegre y feliz, aunque lo que te alegre sea una tontería. Ya estas pensando algo positivo.  

FORTALECIENDO EL HÁBITO

Ahora que ya tenemos claro que hay que hacer, nos guardamos el tótem en el bolsillo y seguimos con nuestra vida diaria. Ahora viene lo difícil. Repetir. Repetir. Repetir.
Cada vez que nos acordemos de que llevamos el tótem encima o nos topemos con él por accidente, deberemos sostenerlo en las manos y realizar el ritual desde el principio. Tomar el objeto, observarlo, chequear la realidad, agradecer y guardarlo. Las 5 preguntas en orden. No es difícil recordarlas tras un par de días o tres. Y si eres un tipo de persona olvidadiza, apúntate las preguntas en un papel y ponlo en el mismo bolsillo que el tótem. La historia es que el ritual se convierta en un hábito. 
Lo mejor es acostumbrarte a que lo primero que hagas al levantarte sea tomar tu tótem y hacer el ritual. Y también estaría genial si antes de acostarte también lo haces. No vale hacerlo y ponerte a ver la tele, leer o cualquier otra cosa. Debes hacerlo justo antes de cerrar los ojos para empezar a dormirte. Si no lo haces así, el efecto no será tan grande. 
Ahora, durante los 29 días restantes, vas a hacer el ritual varias veces, cuantas más mejor, pero sin obsesionarte o sobrepasarte porque puede que acabes aborreciendolo y ese no es el objetivo. De 3 a 5 veces es lo suyo, pero si con más intentos te sientes bien, adelante. Para cuando termine el mes, esto debería ser un hábito, casi un acto reflejo, de modo que tomes tu tótem inconscientemente y que acabes totalmente lucido y concentrado antes de responder la quinta pregunta. Yo ya estoy en esa fase y es asombroso como cojo mi objeto sin darme cuenta (hasta que me pongo a hacerme las preguntas, entonces me entra la risa).

SE ACABÓ EL MES. ¿DE QUE ME SIRVE TODO ESTO?

Ambos ejercicios son llevados a cabo al mismo tiempo. Por una parte, es posible que mientras estés soñando (aunque nunca recuerdes haber soñado), saques tu tótem del bolsillo y te pongas ha hacer el ritual. Entonces posiblemente sepas que estas soñando y puedas controlar el sueño. Con entrenamiento puede que llegues a dominar tanto tus sueños que seas capaz de hacer todo cuanto imagines. Incluso podrías estudiar o aprender cosas mientras tu cuerpo físico descansa. Eso es aprovechar el tiempo de vida al máximo. Si nunca llegas a despertar en un sueño, no importa. Este ritual no era para esto de todos modos, aunque en origen sirviera para ello...
La otra parte, consiste en estar agradecido por todo lo que tenemos o, también, darnos cuenta que la vida es algo maravilloso y al agradecer y sentir esa gratitud y alegría, el universo respondería a esa felicidad con más felicidad. Ley de atracción. Estas alegre y feliz y por tanto, vas a tener más de lo mismo y mejor. Pero aquí tenemos la discordia. Hay quienes no creen en la ley de atracción. Pues no pasa nada. Tampoco quise que hicieras este ejercicio para eso...

Hecha un vistazo atrás. Obsérvate a tí mism@ hace 30 días y mírate ahora. En este tiempo no solo has aprendido a "vivir el momento" y ser consciente del "ahora", de que estás viv@, también has aprendido a apreciar las miles de cosas que por pequeñas que sean, en verdad son enormes porque te hacen sentir bien. Has hecho un hábito el ser consciente de tu realidad y de apreciar y agradecer las cosas buenas que tienes desde que naciste. Las personas que te has ido encontrando, las que comparten tu día a día actualmente, las cosas que te han ido pasando (incluyendo lo que en principio ha podido ser una mala experiencia, al final ha resultado para algo útil, ni que sea aprender o ganar experiencia), las cosas que han aparecido en tu vida y las que aparecerán, la vida misma...
Has conseguido prestar atención a lo bueno y lo que te hace feliz. 
Aunque no tengas sueños lúcidos ni creas en la ley de atracción, este ritual ha conseguido que aprecies mejor la vida y que te enfoques en las cosas que te hacen feliz, aunque en principio pensaras que la vida era una mierda o que no te aportaba nada bueno. Acabas de ver que estabas en modo automático y que te estabas perdiendo todo esto que en estos 30 días has empezado a ver.

Este ritual, que ahora es un hábito, es en realidad lo que te va a ayudar a ser feliz.  A mí me ha cambiado la vida radicalmente. Voy por el mundo apreciando las cosas bellas y agradeciendo cuanto tengo. En una ocasión tuve un sueño lúcido. En otra me pasó algo digno de poner en la lista de cosas conseguidas por "ley de atracción".  Eso no lo puedo saber. Pero lo que sí sé es que ahora veo la vida con otros ojos y, por más cosas que me pasen, un tótem va a acompañarme por el resto de mi vida, recordándome que viva el momento, que sea consciente del ahora y que sea feliz. 

¿Y SI AL FINAL NO TE FUNCIONÓ?

No te alarmes. Cada persona es un mundo. Puede que en tu caso necesites más tiempo. Puedes seguir haciendolo otros 30 días o un año si es menester. Quizás no prestaste verdadera atención cuando hacías las preguntas y hacías todo el proceso como un autómata, de forma automática y sin estar concentrad@ al 100%. Puede que cuando agradecías, no lo hicieras sintiendolo de corazón. 
En estos casos, es mejor concentrarse de verdad y decir una sola cosa por la que tener gratitud, que 100 cosas dichas al tuntún y sin sentirlas. 
Y bueno, dado el caso que sientas que todo esto no te sirve, siempre puedes dejarlo correr. Al fin y al cabo, quizás necesites otro tipo de cosas. 
Pero no me negarás, que por probar, no has perdido nada. Al contrario, has descubierto algo bueno: como hacer un hábito. Repetir, repetir y repetir. 

¡A MÍ SÍ ME HA FUNCIONADO!


¡¡¡Enhorabuena!!!  Te ha funcionado, te ha servido, eres más feliz y más consciente de todo. Pues lo mejor que puedes hacer es disfrutar este momento y aprovechar para tomar tu tótem entre las manos y dar las gracias por haber descubierto este "ritual". No importa si diste con él por alguien que te lo enseñó o si te topaste con él por pura casualidad. ¡AGRADÉCELO! 
A partir de ahora lo más lógico es que sigas llevando contigo tu tótem. Pero recuerda, es solo un objeto. No es mágico, ni trae suerte, nada de eso. Es un objeto que tú has hecho especial. Si lo perdieras o se rompiera, puedes substituirlo por otro y de paso aprovechar para agradecer todo lo que tu otro tótem hizo por tí y agradecer el echo de haberte topado con un nuevo objeto que va a ayudarte a ser feliz y apreciar la vida. 

Espero que te haya servido. Si crees que esto va a ayudar a alguien que lo necesite, por favor, enséñale este blog o explícale tu mism@ todo esto. 
Gracias por hacer feliz a más personas y por haber leído mi blog. Gracias de verdad.

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